dimecres, de maig 28, 2008

más incompetencia, y desconocimiento de la legalidad

Hoy ha tocado pedir el libro de reclamaciones otra vez en un sitio y prometer en otro que no iremos a comprar ahí nunca. No, no es que seamos malos. Simplemente conocemos nuestros derechos y los exigimos.
Resumiendo mucho: el disco duro externo del portátil ha petado. Si eso hubiera sucedido la semana pasada, mientras estábamos en España, no habría habido problema. Pero dice la ley de Murphy de los discos duros externos que siempre petan cuando hacen más falta; y el corolario dice que, además, eso tiende a suceder lejos de casa. Así que nada más llegar a casa el domingo por la noche el disco duro empezó a hacer cosas raras. Después del ataque de pánico inicial llevamos el disco duro al informático para ver si se podía recuperar algo de información, lo que fuera. Hoy nos ha llamado para contarnos que se ha podido recuperar la información (pero todos los archivos han perdido el nombre, así que tocará abrirlos uno a uno para averiguar qué son – ya, ya sé que no os morís de ganas de estar en mi lugar) y que tendríamos que ir a comprar otro para pasarla de uno a otro. Nos ha recomendado un disco duro en concreto y nos ha dicho que en Fnac o en MediaMarkt lo tenían.
Hemos parado primero en MediaMarkt y no lo tenían, así que hemos ido hasta Fnac. Allá hemos decidido que preferíamos comprar dos discos, así que hemos escogido dos bellos ejemplares de 500 GB cada uno que juntos sumaban un total de 290€, IVA del 21% incluido. Y como resulta que tenemos número de IVA intracomunitario se supone que si compramos algo en otro país comunitario tenemos derecho a pedir una factura sin IVA (o con IVA, pero con reembolso del mismo) porque no podríamos recuperar ese IVA una vez en España.
Cuando le hemos planteado el tema a la cajera nos ha enviado a otra cajera, y esa cajera a su vez ha llamado al departamento de contabilidad. Le han dicho que nones, que las facturas solo pueden hacerse con IVA y que esperáramos, que averiguarían si se nos podía reembolsar o no ese dinero.
Al cabo de media hora aparece la chica de contabilidad que nos pide el cartón del NIF para fotocopiarlo. No sabemos si existe o no, nuestra contable no nos lo ha dado. Le decimos que tenemos el número del NIF, que puede comprobar online que consta en el registro de la UE, y que los otros datos de la empresa están en nuestra web.
Luego se suponía que nos haría una factura con IVA, que la pagaríamos y nos iríamos. Más adelante y desde España tendríamos que enviarle un fax manifestando que esos discos duros eran para la empresa. Solo entonces comprobarían el número de IVA y nos devolverían el importe. Al preguntarle cómo pensaban hacerlo, nos ha dicho que mediante transferencia bancaria. No nos hemos atrevido a preguntarle cuándo pensaba que nos lo devolverían, porque todo el asunto era de locos.
La cosa era tan surrealista que le hemos pedido el libro de reclamaciones, hemos anotado el evento y hemos vuelto a MediaMarkt. Allá nos han dicho que los ordenadores solamente podían generar facturas con IVA. No hemos querido meternos en historias, así que hemos comprado un disco duro baratito, para salir del paso, lo hemos pagado religiosamente, con todo su IVA del 21%, y nos hemos ido a llevar el aparato al informático, que ya casi cerraba. Eso sí, les hemos dicho que no pensamos comprar nada para la empresa en su tienda.
Tengo la impresión de que las normas comunitarias no solo se cumplen poco en Portugal, sino que además se desconocen bastante.
Como seguíamos con la idea de comprar otro disco duro externo mejor por si acaso vuelve a pasar lo de hoy, nos hemos acercado hasta Gaia. Sí, efectivamente, hemos acabado en El Corte Inglés. Hemos encontrado otro disco duro tan maravilloso como el que nos había recomendado el informático por 10€ menos que en Fnac. Y además, cuando hemos planteado el tema de la devolución del IVA no han puesto ningún problema. Hemos pagado la totalidad de la factura en la tienda, y luego hemos ido a la caja central donde hemos tenido que rellenar unos impresos con los datos de la empresa y donde nos han devuelto el dinero sin más problemas. Ha sido un proceso lento y laborioso porque se ve que no es algo que hagan todos los días, pero al menos sabían de qué estábamos hablando.
Curiosamente, en la caja central había un cartel grande donde estaban anotados los servicios que ofrecían y entre ellos estaba la devolución del IVA a las empresas comunitarias.
La pregunta es, una vez más: ¿de verdad que cuesta tanto hacer las cosas bien?
Se supone que tanto Fnac como MediaMarkt son empresas internacionales. Deberían estar enterados de cómo funciona el tema y deberían mencionar a sus empleados que puede pasar que venga un extranjero que pida factura para una empresa de otro país de la UE, con número de IVA intracomunitario, y que en ese caso tendrá derecho a que le devuelvan el IVA o a que no se lo cobren, directamente.
Así que, ya sabéis, si os encontráis en una situación similar estando cerca de Oporto, hay dos opciones: ir hasta El Corte Inglés en Gaia, al otro lado del río, o subir hasta Vigo. Más o menos habríamos tardado lo mismo, por eso lo digo.
Lo positivo del tema es que, ya que estábamos ahí y ya que tocaba hacer compra... después de la devolución del IVA hemos dado un paseo por el súper. Ahora tengo un litro de yogur de leche de cabra de la granja Noé en la nevera, pegadito a una botella de Viña Sol; y también tengo un kilo de lentejas pardinas en la despensa, al lado de un cabernet-sauvignon del Penedés. Si es que en realidad es tan fácil hacerme feliz...

dimarts, de maig 27, 2008

piratería, fansubs y canon

Leo en La Vanguardia un artículo en el que dicen que, según Estados Unidos, España está entre los 6 países con más piratería. La única pega que yo le veo al tema es que eso que ellos llaman piratería (a mí el término no me ha gustado nunca) es algo que llevamos haciendo toda la vida. Ahora hay otros medios que lo hacen todo un poco más fácil, pero no deja de ser lo mismo de siempre.

Hagamos un poco de historia y volvamos por un momento a los 70. Entonces yo tenía un magnetófono portátil, de esos que permitían reproducir cintas de casete y también grabar. También tenía un tocadiscos. Ambos eran mono. Mis padres, sin embargo, tenían un equipo de alta fidelidad que permitía grabar en estéreo de disco o radio a casete, y sin tener que estar callado como un muerto. Recuerdo que en esos momentos solíamos comprar discos de vinilo. La cosa estaba clarísima: todos grabábamos los discos de todos. Era algo así como un fondo común de música. Cada uno compraba lo que podía y luego se grababa lo que le gustaba de los otros.
En algún momento de los 80 compré un radio-casete de doble pletina, estéreo, que convivía con mi tocadiscos y mis discos de vinilo. Más o menos en esa época entró en casa el primer video. Recuerdo que mientras estudiaba por las noches (siempre he sido nocturna) tenía la radio puesta e iba grabando las canciones que más me gustaban, y luego esas cintas se iban al coche. En cuanto al video, evidentemente me grababa las películas que más me gustaban si quería guardarlas. Nadie parecía considerar que ninguna de esas prácticas fuera censurable.
En 1990 llegó a casa mi equipo estéreo, con CD, doble pletina y giradiscos. Es el mismo que tengo hoy en día con algún ligero cambio, porque cuando me fui a vivir sola le añadí un reproductor de video y años más tarde cambié el reproductor de CD por uno de DVD. En cuanto entró el reproductor de CD en casa volví a comprar, con mucha paciencia, mis discos favoritos en ese soporte. Cada vez usaba menos los discos de vinilo, hasta el punto de que se quedaron en casa de mis padres cuando me fui. Para entonces ya era enseñaba inglés y recuerdo que grababa fragmentos de diálogos de película en casete para trabajarlos con mis alumnos. También grababa películas en VO (a las mil en la 2, o en TV3, cuando descubrí que todo lo que hacía falta para coger el dual era un video estéreo).
Más o menos en el 2000 llegó el DVD a mi casa. Eso quería decir que podía grabar alguna película de DVD en VHS, por ejemplo. Como sucedía en los años 70 con la música. En ese momento los ordenadores ya llevaban grabadores de CD, así que también se podían copiar los CDs que uno compraba en otros CDs. En esos momentos mis alumnos empezaron a trabajar con trozos de audio y video en lugar de trabajar solo con trozos de audio. Y si les enseñaba alguna canción, posiblemente el soporte era un CD y no un casete.
Luego llegaron los archivos comprimidos, tanto de audio como de video. Uno podía meter todos sus CDs en pocos discos o en un rincón del disco duro con un poco de paciencia. Y sí, esos discos favoritos que había tenido en vinilo y luego compré en CD se convirtieron en .mp3 y se quedaron a vivir en mi disco duro, por si me apetecía escucharlos mientras trabajaba sin molestar a los vecinos.
Con el ordenador, además, llegó otra cosa. Antes uno grababa su música y la pasaba a los amigos de su entorno (y si necesitaba algo preguntaba a sus amigos si conocían a alguien que tuviera tal o cual música o tal o cual película). Con Internet el concepto de entorno ha cambiado, evidentemente, porque ahora el entorno es el mundo entero. También ha cambiado el sistema de transmisión, porque ahora ya no hace falta ir a buscar el original, grabarlo y devolverlo, no hace falta pasarse nada que sea físico ni perder tiempo en ir y venir.
Además, ahora también tenemos grabadores de DVD domésticos, que nos permiten grabar cualquier cosa que se emita por la tele en DVD, como antes lo permitía el video. El archivo resultante se puede ver en cualquier ordenador, y también se puede compartir con los amigos.

De hecho, lo que ha cambiado no es la práctica de grabarse cosas y compartirlas, sino la tecnología disponible para ello, que ha hecho que las cosas sean cada vez más fáciles. Antes las cintas se grababan en tiempo real, había que vigilar la grabación, y había que llevarlas físicamente a otro sitio; ahora los archivos de audio y video se graban muy rápidamente, mientras se hacen otras cosas, y no hace falta llevar ni traer nada.
Yo, sinceramente, no creo que haya mucha diferencia entre preguntar en la sala de profesores (eso pueden ser unas 100 personas) o entre familiares y amigos si alguien tiene un determinado CD para grabar una canción para ponerla a los alumnos, o entre “preguntarlo” a mucha más gente usando un programa p2p. Tampoco creo que haya mucha diferencia entre el grupo de amigos que compra música o películas en común y las graba entre ellos (como hacíamos ya en los años 70) o entre compartir esas cosas con un programa p2p. O entre grabarse una película o una serie cuando la echan por la tele, y bajarse eso mismo de Internet.
Además, creo que las cifras estimadas de pérdidas por ese motivo parten de una base irreal. No me vale eso de que “se ha descargado tanto, por lo tanto se ha dejado de ingresar tanto”. Eso es totalmente falso, por la simple razón de que la gente dispone de una determinada cantidad de dinero, y esa es la que puede gastar. A lo mejor el cálculo debería hacerse partiendo de eso. Analizar los ingresos de la gente y sus gastos, y ver qué cantidad de dinero se gasta en ese tipo de producto. De la misma forma que en los 70 cada uno se compraba los discos que le permitía su paga semanal, en 2008 cada uno compra la cultura que se puede permitir con lo que sobra después de pagar todo lo necesario. Si no existiera el p2p igual no se descargaría esa música y ese cine, pero tampoco se compraría. Creo que todos seguimos comprando lo que realmente queremos, de la misma forma que yo compré primero los discos en vinilo, y luego los CDs que realmente quería, y de la misma forma que los volvería a comprar en otro soporte si los CDs dejaran de usarse. Y como eso más cosas: si realmente me apetece ver una película, voy a verla al cine en cuanto se estrena y a lo mejor luego me compro el DVD; si realmente me apetece leer un libro, haré lo que sea para encontrarlo y comprarlo; si realmente me gusta un cantante, haré lo que sea para ir a verle en directo y seguro que compraré toda su discografía.
Pero igual que digo eso, también diré que muchas de las actividades que hice en su momento con mis alumnos no las habría hecho si hubiera tenido que pagar por ellas. Una cosa es grabar un fragmento del vídeo o DVD que has alquilado porque en ese momento te parece que puede ser interesante hacer una actividad con eso, y otra muy diferente tener que comprarse la película; y una cosa es que el alumno te preste el CD para que te grabes la canción que todos quieren aprender, y otra muy diferente es tener que comprarlo tú.
Por otra parte, estoy convencida de que el acceso a ciertas cosas a la larga es favorable para quienes se quejan por las supuestas pérdidas que ese acceso les supone. Supongamos que vemos una película que alguien ha bajado de Internet y nos encanta, y supongamos que luego queremos ir al cine y vemos que hay una película del mismo director. A lo mejor, como la otra nos ha encantado, escogemos ir a ver la película del mismo director; o decidimos regalar ese CD de música que un amigo nos ha pasado y nos ha gustado (o ese que les gusta a los alumnos, aunque a nosotros no nos guste); o que alguien nos preste un libro (o nos lo pase en .pdf) y que nos encante y que más adelante nos lo compremos “para tenerlo” o que lo regalemos. Yo normalmente regalo libros, películas y música que ya conozco y que me han gustado y sé que mucha gente hace lo mismo.
Además hay otro tema, que es la dificultad de encontrar ciertas cosas en nuestro entorno inmediato. Seamos realistas, hoy en día la cultura también funciona un poco por modas y lo más actual está disponible, pero ciertas cosas no se pueden encontrar fácilmente. No creo ser la única que ha tenido problemas para encontrar una determinada película de los años 30 en DVD, sea para comprarla o alquilarla, ni la única que ha encargado discos o libros descatalogados, ni la única que busca en librerías de viejo lo que ya no puede encontrar en las librerías “normales”. Y si eso es cierto para países supuestamente civilizados en los que no existe la censura, no quiero ni imaginar lo que puede pasar en otros sitios del mundo.

Hace unos cuantos días apareció un artículo en El País sobre los “fansubs”, es decir, los subtítulos hechos por aficionados para las series o películas que se pueden encontrar en Internet. Al parecer, según David Bravo, este hecho podría vulnerar la ley de propiedad intelectual porque, si bien no existe ánimo de lucro, en teoría habría que pedir permiso a los autores para hacer una obra derivada del original, que sería propiedad intelectual. Eso es lo que dice El País, yo no lo he visto en su blog, pero igual es que estoy espesa y no he sabido encontrarlo.
Aun así, a mí me parece que, otra vez, estamos ante un problema de facilidad de medios y de amplitud del entorno. Lo que quiero decir es que, si volvemos otra vez a lo que pasaba en los años 70, cuando además del casete nos pasaban una bonita traducción de las canciones escrita a mano, entonces tampoco pasaba nada ni a nadie se le ocurría que eso pudiera ser ilegal ni inmoral. Nadie se echaba las manos a la cabeza porque alguien tradujera algo y distribuyera esa traducción en su entorno, más bien era todo lo contrario. De que fuera una obra derivada de propiedad intelectual ni se hablaba, claro, pero es que entonces el entorno era muy pequeño. Así que, posiblemente, el problema en realidad es que el entorno es mucho más grande que antes y que el canal de distribución es mucho más eficaz que los de antes.
Como traductora no me preocupa ni me molesta que haya personas que se dediquen a subtitular cosas y que pongan esos subtítulos a disposición de su entorno, aunque ese entorno sea el mundo entero, de la misma forma que no creo que preocupe a fontaneros y electricistas que algunos “manitas” se ofrezcan amablemente a hacer algunos arreglillos gratis en casa de amigos y familiares. Al fin y al cabo yo también hago gratis cosas por las que otros cobran, y me atrevería a decir que en esto no soy la única, ni de lejos.

En cuanto a mis sentimientos con respecto al canon solo diré una cosa: me molesta saber que estoy pagando un canon cada vez que compro un dispositivo que sirva para almacenar archivos por el simple hecho de que ahí se pueden almacenar cosas protegidas por copyright. Es tan absurdo como pagar unas cuantas multas anuales por tener coche, por el mero hecho de que al conducir se pueden cometer infracciones. Pero lo que más me molesta es saber que estoy pagando un canon cada vez que voy a hacer fotocopias de mi trabajo. De hecho, me molesta tanto que prefiero imprimir las copias que necesito aunque me gaste más dinero en tinta para la impresora que en fotocopias.
Será por eso que he contribuido a montar una editorial que publica exclusivamente obras con licencias Creative Commons... será.

dissabte, de maig 17, 2008

la veu, la música

la veu, la poesia

divendres, de maig 16, 2008

portugal y los impuestos II

En este país hay un problema clarísimo de gestión del dinero público. No es que los impuestos sean más altos que en España en general. Es que el dinero desaparece no se sabe cómo. Bueno, sí, en hacer unos estadios impresionantes, para un campeonato de fútbol, que luego no han servido para nada, por ejemplo. Se supone que eso da buena imagen del país. El problema es que nadie, ni el gobierno ni los ciudadanos, se ha planteado que uno se puede permitir gastar dinero en la buena imagen del país cuando las necesidades básicas ya están cubiertas.

En España se pagan más impuestos y los paga más gente. Y por eso la sanidad pública es pública. No es perfecta y hay muchas listas de espera, pero es mucho mejor que aquí: al menos existe. Aquí paga menos gente porque la tendencia al escaqueo es ejemplar. De hecho, la idea esa de hacer que se pagara un porcentaje de la facturación de los recibos verdes a la SS era para evitar que la gente, que ahora paga una cuota fija, se diera de alta unos pocos meses al año y concentrara ahí la facturación de varios meses. Ganas de recaudar más por parte del gobierno, claramente. Ojo, en España eso de darse de alta solo cuando conviene se hace, pero la diferencia es que si uno está dado de alta tiene unas ventajas que aquí no se tienen, como la asistencia médica, sin ir más lejos.

Es verdad que se paga menos que en España: las cuotas mínimas mensuales de seguridad social son unos 125 euros más baratas, pero es que tampoco se obtiene nada que merezca la pena a cambio. A lo mejor la gente pagaría todos los meses y no le importaría pagar más si tuvieran derecho a asistencia médica. Pero si lo que pagan solo va a servir para tener una pensión de jubilación miserable dentro de cuarenta años es normal que intenten pagar lo menos posible.

Es como lo que comentaba el otro día de los impuestos municipales sobre la casa. No es normal que se tripliquen en 3 años los impuestos y que no se haya asfaltado mi calle en 20 años. Ni tampoco que en los tres años que llevo aquí no haya visto una sola patrulla de policía en mi barrio. Eso sí, siempre digo que me encantaría tener el presupuesto anual que tiene nuestro ayuntamiento para jardines a mi disposición. Los parterres, plazas y rotondas de la ciudad están siempre preciosos. Tulipanes a manta. Y no siembran los bulbos en otoño para que salgan en primavera, no. Siempre hay cosas sembradas, o sea, que las quitan cuando se ponen feas y ponen otras cosas, y en primavera toca poner tulipanes.

Eso sí, los jardines bonitos son los jardines del centro de la ciudad, los que se ven, los que dan buena imagen. Y volvemos a lo mismo: las apariencias. La ciudad está limpia y los parterres y jardines están llenos de plantas y de flores. Queda divino de la muerte, sí, pero en la perrera municipal ejecutan a los animales que recogen. Y si se sale del centro las calles están llenas de baches; los jardines brillan por su ausencia; no hay guarderías municipales; no hay servicios públicos decentes; no hay ambulatorios; y no se ve un puñetero policía. Es decir, que yo pago más de 600 euros anuales por casi nada, porque de momento recogen la basura y tenemos farolas, exactamente los mismos servicios que cuando los impuestos costaban una tercera parte. Tengo curiosidad por saber en qué se han gastado todo ese dinero de más que han ingresado.

spam telefónico y caridad

Desde que estoy en Portugal he descubierto otro tipo de spam telefónico. Digamos que estaba acostumbrada a que me vendieran cosas, o incluso a que intentaran timarme prometiéndome el oro y el moro de entrada para descubrir luego que se trataba de otra cosa, pero a que me llamen constantemente para pedir caridad NO estaba acostumbrada.

Esta mañana me ha despertado el teléfono que sonaba con insistencia. Fijo que tenía que sonar con insistencia porque el aparato estaba abajo y yo durmiendo arriba. Cualquiera que me conozca sabe lo que me cuesta despertarme. Me puede despertar el teléfono si lo tengo al lado, pero cuando está abajo ni me entero.

Me he levantado con calma, con mucha calma, y he comprobado el número desde el que llamaban y no me sonaba de nada. He pensado lo de siempre, que si era algo importante volverían a llamar. Y sí, al cabo de un rato han vuelto a llamar. Había muchos ruidos de fondo, concretamente de gente gritando, y la señora que hablaba conmigo hablaba bajito y a toda leche. He entendido algo de una niña que necesitaba 1.400 euros para algo. Seguramente para una operación o para equipamiento ortopédico. Cuando le he pedido a la señora que hablara más alto y más despacio no me ha hecho ni caso y he colgado. No es que sea maleducada, es que no tenía sentido dejar que la señora hablara sola. Además, todas las veces que han llamado he acabado dándoles el teléfono móvil de Jorge y pidiéndoles que NO llamen a casa. Si son incapaces de anotarse eso, es su problema, no el mío.

Hay otra cosa que me saca de quicio, aparte de que las organizaciones de caridad se de dediquen a hacer spam telefónico y es que se vayan pasando mi teléfono. Antes solamente llamaban los de una de ellas, una organización con la que colaborábamos habitualmente cuando vivíamos en Oporto. Desde que vivimos aquí han aparecido otras. Tengo la impresión de que lo que pasa es que, efectivamente, comparten base de datos de gente a la que llamar. De todas formas lo peor es que las organizaciones de caridad se dediquen a llamar por teléfono a la gente, y que encima llamen para pedir cosas que la Seguridad Social debería cubrir.

El otro día me pasó algo parecido. En el supermercado de costumbre en lugar de tener los contenedores de rejas para que la gente hiciera donativos para las asociaciones de animales, había lo mismo, pero para humanos. Con la cosa de que te daban bolsas de plástico en las que se detallaban los alimentos que se pedían (los de siempre, aceite, azúcar, latas de conservas, legumbres, pasta y arroz). Compré más comida y les dejé una bolsa, pero me tocó las narices hacerlo. Sin embargo, no me molesta en absoluto hacerlo cuando se trata de dar comida para animales. Recuerdo que lo comentamos al salir, porque a Jorge también le molestó. La razón estaba clara. En un país desarrollado en el que se pagan impuestos eso es problema del estado, mientras que los animales no lo son. Por lo tanto es aceptable dar dinero para las cosas que el estado no debería cubrir y, sin embargo, jode tener que dar dinero para aquellas cosas de las que el estado tendría que encargarse, que para eso pagamos impuestos.

La verdad es que si viera que la gente protesta y se moviliza y exige unos servicios mínimos al Estado igual no me enfadaría. Pero pienso que mientras la gente siga callada y dé dinero para esas cosas lo único que se consigue es empeorar las cosas.

gairebé 35 anys...


He llegit aquesta notícia i d’una banda m’han vingut ganes d’escoltar la veu clara de Víctor Jara, i d’una altra banda no m’ha quedat més remei que fer comptes: han passat 34 anys i vuit mesos des del seu assassinat. Sembla una mica tard per acabar la investigació, però encara seria pitjor que ni l’haguessin començada.

dijous, de maig 15, 2008

sense paraules


dimarts, de maig 13, 2008

recibos verdes II

En otro apunte de este blog ya hablé de los recibos verdes. En ese post hacía un comentario en el que hablaba del recibo verde usado como se supone que se tiene que usar, es decir, usado por un trabajador autónomo para facturar por su trabajo, cuando en lugar de hacer una factura normal y corriente, pasa un recibo verde. El problema es que, seguramente, ese es uno de los casos menos habituales.

La realidad es que los recibos verdes son la forma perfecta para que tanto empresarios como entidades públicas tengan gente contratada de hecho pero sin que conste en ningún sitio. Es decir, los trabajadores van a la empresa (o a cualquier ente público) y hacen el mismo trabajo que el de cualquier trabajador, tienen su horario y sus obligaciones, pero a final de mes en lugar de recibir la nómina y de que el empresario pague su seguridad social, lo que hacen es pasar un recibo verde, como si fueran autónomos y el empresario fuera un cliente más. Pero resulta que es un cliente en exclusiva, como aquel que dice. Y evidentemente la relación que hay entre el trabajador y el empresario no es la relación que hay entre un proveedor de servicios y un cliente, sino la que hay entre empleado y jefe.

Leo este artículo y se me ponen los pelos de punta. La sensación de indefensión que transmiten todas esas personas es brutal. Eso de trabajar durante años para la misma empresa, o para el gobierno, da una falsa sensación de seguridad que se transforma en una total indefensión cuando de un día para otro le informan a uno de que ya no hay trabajo. Evidentemente, la cosa sería muy diferente si los trabajadores independientes fueran exactamente eso, trabajadores independientes. Si ellos pudieran decidir cuándo, cómo y a quién van a vender sus servicios, si tuvieran la opción de poner el precio que creen justo para su trabajo y si el pago de la seguridad social fuera asociado a unos beneficios mínimos, quizá sería otra historia. Pero lo cierto es que no es así.

Lo cierto es que trabajar a recibos verdes en la mayoría de los casos es trabajar para una empresa, o para el gobierno, de manera encubierta y sin tener ningún derecho durante años. Y es quedarse sin trabajo cuando hay una enfermedad un poco larga o un embarazo.

Evidentemente, hay empresas que de vez en cuando precisan de unos servicios determinados por parte de un profesional durante uno o varios meses, y que luego dejan de precisar esos servicios, y que a lo mejor dentro de otro tiempo necesitan otra vez de esos servicios. Nada en contra de ese caso, que para eso existen los proveedores de servicios independientes.

El problema viene cuando una empresa o, sobre todo, el gobierno tiene trabajando de esta manera a una cantidad muy grande de personal durante mucho tiempo. Si me apuran podría entender que las empresas privadas lo hicieran, pero de ninguna manera puedo entender que el gobierno haga eso también. Hay oficinas que dependen del ministerio de cultura en las que todo el personal es avençado (los avençados son trabajadores “estables” a recibos verdes, que normalmente están cubriendo el puesto que correspondería a un empleado normal, o a un funcionario). Hace ya muchos meses que se oyen rumores, a raíz de la fusión de dos instituciones dependientes del ministerio de cultura, de que se va a prescindir de toda esa gente. Y ahí están todos, esperando a que cualquier día les digan que ya no hacen falta.

Debo admitir que hay dos cosas que me llaman la atención. La primera, que el gobierno sea cómplice y artífice de esa precariedad laboral. La segunda, que nadie haga nada, que estas cosas no se denuncien, que nadie se movilice. Si los trabajadores a recibos verdes decidieran un buen día no ir a sus trabajos seguro que quedaría en evidencia la situación real. Si el mismo día todos los trabajadores que hay a recibos verdes trabajando para el gobierno dejaran sus puestos sin cubrir seguro que la cosa caería por su propio peso.

Hace poco ha habido rumores también de una modificación en los recibos verdes. Por lo que he oído, la contribución a la Seguridad Social dejaría de ser fija como hasta ahora para pasar a depender de la facturación; además habría una retención a cuenta del impuesto sobre rendimientos; y además el contratante de los servicios debería pagar al estado otro porcentaje del total de la factura. Los números que me llegaron eran de locos y no sé si eran correctos o no. He sido incapaz de encontrarlo en ningún sitio, así que si alguien lo encuentra le agradeceré que me lo cuente. A lo que iba, yo oí hablar de un 26% para SS y un 20% de retención además del 5% que pagaría el empleado. Ah, y el IVA, que depende del tipo de servicio prestado.

Ahora, por favor, que alguien calcule cuánto hay que facturar en este país para poder comer y vivir decentemente, teniendo en cuenta que comprar comida en el súper es mucho más caro que en España; y que alguien me explique cómo puede alguien sobrevivir si, por lo que sea, no le pagan las facturas y aun así tiene que pagar por adelantado IVA, SS y retención, porque a mí no me salen las cuentas de ninguna de las maneras.

Desde aquí mi solidaridad y mis mejores deseos para todos los trabajadores portugueses, tanto los que están a recibos verdes como los que tienen la suerte de tener un contrato laboral, aunque les paguen una miseria.

divendres, de maig 09, 2008

perquè n'hi ha que encara estan pitjor...


Fa un parell d'anys, mentre anava per un carrer d'Avilés em vaig topar amb un cartell si fa no fa com aquest i no me'n podia avenir. Era una convocatòria per a la mateixa mani de cada any. Em semblava totalment increïble que a Astúries la seva llengua no es faci servir més que a casa. Encara m’ho sembla.

Em sembla mentida que es publiquin llibres i es subvencionin, quan la llengua és tractada com si només fos una curiositat autòctona, si arriba. Els al·lots poden anar a classe d’asturià, sempre i quan l’escola ho reclami i hi hagi prou alumnes que ho demanin. Això sí, ni somnien en la idea absurda de rebre les classes de ciències naturals o socials en asturià. Però encara n'hi ha més: la Universitat d’Oviedo forma professors de llengua asturiana, però no és una llicenciatura. Sembla que al Consell d’Universitats encara no li ha sortit d’on sigui que surten aquestes coses autoritzar aquesta llicenciatura.

Des d’aquí em vull solidaritzar amb tots els asturians que parlen aquesta curiositat autòctona perquè, per molt que ens queixem de la situació del català, encara n’hi ha que estan pitjor, molt pitjor.

Una curiositat: el mirandès, que de fet és asturià, sí que és llengua oficial a Portugal, als territoris on es parla.

Enllaços sobre aquest tema:
Academia de la Llingua Asturiana
Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana

dimarts, de maig 06, 2008

Mandala Award 2008


Després de experimentar en carn pròpia el que costa haver d’escollir una sèrie de blogs per passar el relleu d’un premi, he decidit crear-ne un altre. Ja sé que sembla contradictori, però no ho és. Els que rebin aquest premi no cal que el passin a ningú si no volen, i tampoc caldrà que ningú l’hagi rebut per passar-lo. De fet, tothom que entri en aquest blog podrà donar el premi al blog que vulgui.

Per atorgar el Premi Mandala 2008 només caldrà escriure un comentari en aquesta entrada i també en el blog que triï. Així jo sabré on va a parar el premi i de pas coneixeré un altre blog. En aquest comentari també s’han d’explicar els motius pels quals s’atorga el premi. Si la persona accepta el premi (per això basta que faci un apunt al seu blog explicant que la iniciativa surt d’aquí), el blog tindrà un lloc a la llista de blogs premiats que posaré al costat.

Aquest premi només es podrà donar en el decurs de 2008. L’any que ve ja faré un altre mandala.

...i un altre premi!


Avui na Luisa també m’ha fet un regal molt maco, en forma de premi d’amistat, i m’ha fet moltíssima il·lusió. I, també com sempre, se suposa que ara l’he de passar, aquesta vegada a 10 persones més.
I com que és un premi a l’amistat, vull donar el premi a gent que conec. Potser només hem coincidit deu minuts, o potser fa vint anys que ens coneixem. Potser fa molt de temps que no ens hem vist i ni tan sols saben que els llegeixo, o per ventura ara mateix estem parlant pel messenger. I els seus blogs són aquests:


Moments
(una abraçada, Joana)


Port 666
(gràcies per tot, Mercè)


La lectora corrent
(ja sé que no sols recollir premis,
però això és una meravellosa manera
de mostrar el teu blog als meus amics)


Bitassa a lloure
(aviat ens tornarem a veure)


Blog des del pirineu
(una abraçada, Olga)


Navegante sin titulín
(hem de fer un cafè plegats en tornar)


Ya lo hago yo
(sabes que te quiero mucho)


O cantinho da Sofia
(beijinhos, Sofia)


H2omem
(olá!)


Just things...
(beijinhos Snowshoee)

premi d'honor


Na Joana m’ha passat aquest premi. I, com sempre, m’ha fet molta il·lusió. I, també com sempre, se suposa que ara l’he de passar a 5 persones més, que tinguin blogs “especials”, amb els quals connecti.
M’he fixat amb la frase aquesta que hi ha a la imatge, això que diu de “Poetas del Corazón”. Crec que hi pot haver molta poesia amagada en qualsevol lloc, i que, potser, hi ha molta poesia en el fet de fer el que el cor ens demana, en arriscar-nos i tirar endavant projectes en els quals creiem. És per això que aquesta vegada donaré els premis a blogs que tenen això en comú: la feina per una idea, per una passió o pel senzill plaer de la descoberta. Sense por i sense embuts.
I els meus blogs escollits són:


El blog de Gabriel Bibiloni
(per la seva tasca, per la seva lucidesa,
i perquè llegint-lo m’enyor una mica menys)

El blog de Kroonos
(pel concepte, per la idea i perquè val la pena)

Diario de Mamaire y Ninioviento
(pel plaer de la descoberta)

Plagueta de Bord
(perquè “Acrollam” m’espera a Mallorca,
ma mare me’l va comprar per Sant Jordi,
i perquè, de vegades, la feina dels altres té el poder
d’emocionar-nos i ens commou, i aquest és el cas,
encara que ell no ho sàpiga)

Terapia de visualización no dirigida y vidas pasadas
(perquè és lluny, perquè creu en allò que fa,
i perquè m’encantaria que sortíssim de tapes o de copes)

dissabte, de maig 03, 2008

incompetencia, dejadez ...o las dos cosas

El día 19 de abril hice un encargo en una tienda de la red. Se supone que es un regalo sorpresa para alguien que vive como a 400 km de distancia. Como no quería que los transportistas chafaran la sorpresa, el encargo fue enviado a la casa de otra persona que vive más cerca y que se lo llevará en mano. Los de la tienda de la red me enviaron un correo electrónico el día 22 en el que me explicaban que mi envío había salido el día 21 y en el que había un enlace para que pudiera seguir mi pedido. Hasta aquí todo parece normal.

Ayer por la tarde me puse en contacto con mi amiga, para ver si había recibido ya el paquete y me dijo que no, ni paquete ni aviso de que fuera a recogerlo, así que fui a ver el correo que me habían enviado los de la tienda donde hice la compra y pinché en el enlace que me daban para el seguimiento del envío. Se me abrió una página de SEUR internacional donde ponía que el envío estaba en situación de domicilio desconocido desde el día 23. Llamé al teléfono que había en esa web (un número de Barcelona) y me salió un contestador donde me decían que el horario de atención al público era de lunes a viernes de no sé que hora a no sé qué hora, pero el caso es que ya era demasiado tarde.

Llamamos a SEUR en Maia y nos dicen que llamemos a la central de Lisboa. Llamamos y preguntamos qué pasa con el paquete. Nos dicen que no encontraron la calle (!) y que el paquete está en el almacén (!!). Cuando les preguntamos cómo pensaban avisarnos, se callan como muertos. Al parecer NO pensaban avisarnos, ni a nosotros, ni a la empresa que nos vendió el objeto en cuestión.

Cuando les decimos que el domicilio es correcto y que nosotros solemos enviar cosas a esa dirección por correo ordinario y que todo llega sin problemas nos dan la gran excusa de mediados del siglo XX, porque en los tiempos que corren eso ya no es excusa: nos dicen que llamaron al 118, el teléfono de información telefónica, y que no había ningún teléfono para esa dirección. (Mentira, hemos llamado y nos han dicho que el teléfono es confidencial, o sea, la dirección existe). Les preguntamos desde cuándo es obligatorio a) tener teléfono y b) que éste sea público. Está claro que lo que ellos pretendían era llamar y que les explicaran cómo llegar a la casa. Se ve que eso de preguntar en la calle o llamar a la guardia urbana para que te lo cuenten no se lleva en este país.

Mientras la conversación iba progresando tuve la brillante idea de poner el nombre de la calle y la población en Google Maps. En 5 segundos apareció un mapa precioso de la tal calle. Pierdo 30 segundos más y abro las páginas amarillas portuguesas. Meto la dirección del almacén de SEUR y la de la dirección de destino. Me sale un bonito itinerario detalladísimo, de puerta a puerta, del almacén a la dirección de entrega. Les pedimos una dirección de correo electrónico donde enviarles el mapa y el itinerario. Y les prometemos firmemente no volver a usar sus servicios en el futuro si podemos evitarlo.

Y evidentemente la pregunta es ¿son incompetentes o es que, simplemente, pasan de hacer su trabajo? Está claro que buscar una dirección en Internet lleva como mucho un minuto. Igual es demasiado esperar, pero a lo mejor sería una idea que se plantearan que dedicar 10 minutos a buscar todas las direcciones que no tienen claras antes de salir a repartir puede ser una inversión útil, tanto en tiempo como en dinero. Vamos, que si el día que salieron a repartir mi paquete alguien de su oficina les hubiera dado eso que YO tuve que enviarles por correo electrónico, algo que además está al alcance de todo el mundo, se habrían ahorrado tener que volver, y además no habrían perdido un cliente. Que se supone que los profesionales son ellos, no yo.

De momento sigo cruzando los deditos, a ver si el paquete llega pronto.