divendres, de maig 16, 2008

portugal y los impuestos II

En este país hay un problema clarísimo de gestión del dinero público. No es que los impuestos sean más altos que en España en general. Es que el dinero desaparece no se sabe cómo. Bueno, sí, en hacer unos estadios impresionantes, para un campeonato de fútbol, que luego no han servido para nada, por ejemplo. Se supone que eso da buena imagen del país. El problema es que nadie, ni el gobierno ni los ciudadanos, se ha planteado que uno se puede permitir gastar dinero en la buena imagen del país cuando las necesidades básicas ya están cubiertas.

En España se pagan más impuestos y los paga más gente. Y por eso la sanidad pública es pública. No es perfecta y hay muchas listas de espera, pero es mucho mejor que aquí: al menos existe. Aquí paga menos gente porque la tendencia al escaqueo es ejemplar. De hecho, la idea esa de hacer que se pagara un porcentaje de la facturación de los recibos verdes a la SS era para evitar que la gente, que ahora paga una cuota fija, se diera de alta unos pocos meses al año y concentrara ahí la facturación de varios meses. Ganas de recaudar más por parte del gobierno, claramente. Ojo, en España eso de darse de alta solo cuando conviene se hace, pero la diferencia es que si uno está dado de alta tiene unas ventajas que aquí no se tienen, como la asistencia médica, sin ir más lejos.

Es verdad que se paga menos que en España: las cuotas mínimas mensuales de seguridad social son unos 125 euros más baratas, pero es que tampoco se obtiene nada que merezca la pena a cambio. A lo mejor la gente pagaría todos los meses y no le importaría pagar más si tuvieran derecho a asistencia médica. Pero si lo que pagan solo va a servir para tener una pensión de jubilación miserable dentro de cuarenta años es normal que intenten pagar lo menos posible.

Es como lo que comentaba el otro día de los impuestos municipales sobre la casa. No es normal que se tripliquen en 3 años los impuestos y que no se haya asfaltado mi calle en 20 años. Ni tampoco que en los tres años que llevo aquí no haya visto una sola patrulla de policía en mi barrio. Eso sí, siempre digo que me encantaría tener el presupuesto anual que tiene nuestro ayuntamiento para jardines a mi disposición. Los parterres, plazas y rotondas de la ciudad están siempre preciosos. Tulipanes a manta. Y no siembran los bulbos en otoño para que salgan en primavera, no. Siempre hay cosas sembradas, o sea, que las quitan cuando se ponen feas y ponen otras cosas, y en primavera toca poner tulipanes.

Eso sí, los jardines bonitos son los jardines del centro de la ciudad, los que se ven, los que dan buena imagen. Y volvemos a lo mismo: las apariencias. La ciudad está limpia y los parterres y jardines están llenos de plantas y de flores. Queda divino de la muerte, sí, pero en la perrera municipal ejecutan a los animales que recogen. Y si se sale del centro las calles están llenas de baches; los jardines brillan por su ausencia; no hay guarderías municipales; no hay servicios públicos decentes; no hay ambulatorios; y no se ve un puñetero policía. Es decir, que yo pago más de 600 euros anuales por casi nada, porque de momento recogen la basura y tenemos farolas, exactamente los mismos servicios que cuando los impuestos costaban una tercera parte. Tengo curiosidad por saber en qué se han gastado todo ese dinero de más que han ingresado.

1 comentari:

Angelica ha dit...
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