dissabte, de maig 03, 2008

incompetencia, dejadez ...o las dos cosas

El día 19 de abril hice un encargo en una tienda de la red. Se supone que es un regalo sorpresa para alguien que vive como a 400 km de distancia. Como no quería que los transportistas chafaran la sorpresa, el encargo fue enviado a la casa de otra persona que vive más cerca y que se lo llevará en mano. Los de la tienda de la red me enviaron un correo electrónico el día 22 en el que me explicaban que mi envío había salido el día 21 y en el que había un enlace para que pudiera seguir mi pedido. Hasta aquí todo parece normal.

Ayer por la tarde me puse en contacto con mi amiga, para ver si había recibido ya el paquete y me dijo que no, ni paquete ni aviso de que fuera a recogerlo, así que fui a ver el correo que me habían enviado los de la tienda donde hice la compra y pinché en el enlace que me daban para el seguimiento del envío. Se me abrió una página de SEUR internacional donde ponía que el envío estaba en situación de domicilio desconocido desde el día 23. Llamé al teléfono que había en esa web (un número de Barcelona) y me salió un contestador donde me decían que el horario de atención al público era de lunes a viernes de no sé que hora a no sé qué hora, pero el caso es que ya era demasiado tarde.

Llamamos a SEUR en Maia y nos dicen que llamemos a la central de Lisboa. Llamamos y preguntamos qué pasa con el paquete. Nos dicen que no encontraron la calle (!) y que el paquete está en el almacén (!!). Cuando les preguntamos cómo pensaban avisarnos, se callan como muertos. Al parecer NO pensaban avisarnos, ni a nosotros, ni a la empresa que nos vendió el objeto en cuestión.

Cuando les decimos que el domicilio es correcto y que nosotros solemos enviar cosas a esa dirección por correo ordinario y que todo llega sin problemas nos dan la gran excusa de mediados del siglo XX, porque en los tiempos que corren eso ya no es excusa: nos dicen que llamaron al 118, el teléfono de información telefónica, y que no había ningún teléfono para esa dirección. (Mentira, hemos llamado y nos han dicho que el teléfono es confidencial, o sea, la dirección existe). Les preguntamos desde cuándo es obligatorio a) tener teléfono y b) que éste sea público. Está claro que lo que ellos pretendían era llamar y que les explicaran cómo llegar a la casa. Se ve que eso de preguntar en la calle o llamar a la guardia urbana para que te lo cuenten no se lleva en este país.

Mientras la conversación iba progresando tuve la brillante idea de poner el nombre de la calle y la población en Google Maps. En 5 segundos apareció un mapa precioso de la tal calle. Pierdo 30 segundos más y abro las páginas amarillas portuguesas. Meto la dirección del almacén de SEUR y la de la dirección de destino. Me sale un bonito itinerario detalladísimo, de puerta a puerta, del almacén a la dirección de entrega. Les pedimos una dirección de correo electrónico donde enviarles el mapa y el itinerario. Y les prometemos firmemente no volver a usar sus servicios en el futuro si podemos evitarlo.

Y evidentemente la pregunta es ¿son incompetentes o es que, simplemente, pasan de hacer su trabajo? Está claro que buscar una dirección en Internet lleva como mucho un minuto. Igual es demasiado esperar, pero a lo mejor sería una idea que se plantearan que dedicar 10 minutos a buscar todas las direcciones que no tienen claras antes de salir a repartir puede ser una inversión útil, tanto en tiempo como en dinero. Vamos, que si el día que salieron a repartir mi paquete alguien de su oficina les hubiera dado eso que YO tuve que enviarles por correo electrónico, algo que además está al alcance de todo el mundo, se habrían ahorrado tener que volver, y además no habrían perdido un cliente. Que se supone que los profesionales son ellos, no yo.

De momento sigo cruzando los deditos, a ver si el paquete llega pronto.

1 comentari:

pin gente ha dit...

SI... tengo un premio para ti

beso