dimarts, de juliol 04, 2006
esos artículos que me publicaron en @rroba...
soy una cibermaruja, ¿y qué?
Alguno que otro de mis amigos y, sorprendentemente, mucho más a menudo mis amigas, me ha mirado con cara rara al decirles que llevo más de un año felizmente conectada a Internet. Una de ellas me dijo muy llanamente que ella no tenía tiempo de jugar con el ordenador y yo pensé al instante: “será marujón... !”. Luego me acordé que muchas veces había pensado en las mujeres de mi generación (concretamente en mí misma, para qué negarlo) y la definición más gráfica que se me había ocurrido consistía en decir que estamos “entre el ciberespacio y el marujeo”. Y me puse a pensar detenidamente en el uso que hago de mi conexión a Internet, cosas de trabajo aparte, y apareció otra vez eso que decía al principio: las cosas cambian, pero sólo por fuera, la esencia permanece intacta. ¿Unos ejemplos?
Empecemos por el uso del ordenador. Nos hemos decidido a usarlo, algunas incluso nos llevamos francamente bien con el cacharrito de marras, pero no dejamos de considerarlo un cacharro... igual es por eso que las mujeres nos quejamos mucho menos de los mensajes de error del Windows 95 que los hombres. Tendemos a considerar que las máquinas tienen sus manías y sus cosas, y no nos preocupa en absoluto entender los misterios de esas manías. Si de repente el ordenador se queda colgado y hay que reiniciar lo hacemos sin el menor problema, porque la experiencia nos dice que luego suele funcionar, y eso es lo único que importa. Creo que en la mayoría de los casos esto es lo que realmente interesa a una mujer, que el cacharro que esté usando funcione. No hay pregunta que parezca más estúpida a una mujer que la tradicional (formulada por un hombre en casi todas las ocasiones) “¿Qué tiene?” cuando el coche se le ha parado en medio de la carretera. A ella le da exactamente igual lo que tenga, antes funcionaba y ahora no: eso es lo único que tiene claro.
Sigamos analizando. Las formas de comunicación cambian, ahora mismo gracias al correo electrónico puedo comunicarme con la otra punta del mundo en minutos... ¿para qué? Para cotillear, evidentemente. Antes una cotilleaba con la vecina mientras tendía la colada, ahora se busca el cotilleo con la gente del canal de IRC o con la del grupo de noticias. Cambia el medio, pero el cotilleo permanece. Queda también la preocupación por las cosas que tradicionalmente han sido consideradas propias de las mujeres. Analizando lo último que me he bajado de Internet, mezclados con alguna que otra cosa útil para mi trabajo, me he encontrado varios programas que diseñan mapas de punto de cruz y varios recetarios, a saber, uno de comida vegetariana y otro de cocina de la Antigua Roma. Alguna que otra vez me he preguntado si esta preocupación por las “labores del hogar” no será provocada por una necesidad de autojustificarme, de demostrar al mundo que a pesar de todo sigo siendo una mujer.
Después de lo dicho hasta ahora puede parecer que las mujeres de mi generación estamos un poco confundidas con respecto a nuestro papel, casi como si todo se entrelazara: usamos el ordenador para demostrar que somos capaces de adaptarnos a los cambios que se van produciendo en el mundo, para que se vea que estamos al día y que no nos quedamos atrás... pero bajamos recetas de cocina, programas para convertir esa foto del perro en un mapa de punto de cruz, juegos educativos para los niños para que quede claro que seguimos siendo mujeres, ¡y muy femeninas además!
Lo curioso es que no creo que sea ni una cosa ni otra. No creo que necesitemos justificarnos, ni ante nadie ni ante nosotras mismas, ni creo que estemos confundidas con respecto a nuestro papel... Simplemente se nos ha venido encima algo nuevo y lo hemos aceptado una vez más con toda la naturalidad del mundo, como tantas otras veces a lo largo de la historia. Y además asumiremos los cambios que eso provoque en nuestra forma de vida con la misma naturalidad que hemos asumido el invento. Pero algunas cosas no cambiarán nunca, puedo imaginarme haciendo la compra a través del ordenador, pero sé que no dejaré de pedir jamás tomates bien firmes y carne bien tierna...
Quizás a mi manera soy tan maruja como mi amiga, esa que está demasiado ocupada con el trabajo, el marido y los niños como para ponerse a jugar con el ordenador, quizá sí... Lo admito, soy una maruja... bueno... una cibermaruja... ¿Y qué?
consejos para que tu estorbo habitual (novio, marido o similar) no se entere de que se la estás pegando por IRC
Estábamos en que hemos decidido echarnos un amante virtual y que sabemos que no conviene para nada que nuestra pareja se entere... Intentaré daros algunos consejos pero para ello lo primero que hay que hacer es delimitar la competencia y el interés de vuestra pareja en las cosas de la Red.
CASO A> Vuestro novio, marido o similar no tiene ni idea de lo que es la red, y casi no sabe ni enchufar el ordenador... Tenéis suerte, lo único que tenéis que hacer es decir que trabajáis mucho, mucho, mucho. Eso sí, no caigáis en la tentación de imprimir nada, por mucho que os apetezca...
CASO B> Vuestro novio, marido o similar es un experto internauta y se pasa horas conectado... En ese caso lo más probable es que la idea de la amante virtual ya se le haya ocurrido antes a él. Tenéis varias opciones: a) descubrirlo, cabrearos y aprovechar para romper con él; b) descubrirlo, guardaros el descubrimiento para mejor ocasión -cuando el descubra lo vuestro, por ejemplo- y seguir con vuestra vida; y c) descubrirlo, contárselo y convencerle para tener experiencias comunes, eso puede añadir lo que estabas esperando a tu relación.
Si pasáis de "descubrirle" y simplemente lo que queréis es tener un amante virtual sin que se entere leed lo que sigue, estos consejos valen para vosotras también.
CASO C> Vuestro novio, marido o similar se maneja relativamente bien... Estos son los peligrosos, nunca se sabe como va a reaccionar la gente que se apunta al término medio... y la mayoría de veces el término medio es demasiado amplio como para estar segura de nada. El primer consejo es que borréis los logs. Ya, ya sé, cómo vais a borrar esos logs tan maravillosos en los que se os dicen cosas que nadie os había dicho en años... Bueno, pues si no los queréis borrar los guardáis en discos. Mi consejo particular es que etiquetéis los discos con cosas absurdas y surrealistas para su mentalidad, tipo: "dieta de los caracoles, -7 kgs. en 15 días", "tendencias de maquillaje primavera '98", "las mejores antiarrugas a evaluación", o "diseños de punto de cruz y punto bobo". De hecho basta con copiar el titular de cualquier artículo de "Cosmopolitan", "Dunia" o similar. Eso sí, nada que tenga que ver con el sexo ni con top models, que eso igual les interesa.
CONSEJOS GENERALES
- Aprovechad que habláis con vuestro amante virtual para navegar y bajaros cosas de la red. Imprimid algo y dejadlo a la vista... así quedan las horas justificadas.
- Si por una de esas casualidades vuestro amante virtual os pone a tono sed malas, olvidaros de los prejuicios, llamad a vuestra pareja, decidle que le esperáis en la cama y disfrutadlo cuando llegue. ¿Qué más da quien os haya puesto a tono, eh?
- Recoged y limpiad escrupulosamente los juguetes que hayáis usado con vuestro amante virtual. Ya sabemos que con vuestra pareja hace siglos que ni los miráis, pero siempre se les pueden cruzar los cables y entonces queda realmente mal tener que ir al cuarto de trabajo a por los juguetes...
enamorarse en IRC
Bien, tenemos a una persona delante del ordenador que interacciona con otras personas... pero ¿cómo es esa interacción? Cada usuario escoge un "nick", una palabra que será lo único que los otros sabrán de él inicialmente. Eso implica anonimato y, por ende, libertad. Uno puede ser quien quiera en IRC, puede inventarse su historia y contarla, puede ser una modelo de 20 años o un cura de 57, un travestí o una colegiala... Así pues el IRC da libertad para mentir, pero bien mirado también da libertad para ser uno mismo y para ir más allá en el descubrimiento de la propia personalidad. Pronto uno se da cuenta de que no tiene sentido mentir en IRC, de que por lo mismo que uno puede mentir y contar lo que le apetezca sin que pase nada, también puede contar la verdad, toda la verdad, sin que tampoco pase nada. Y eso es tentador, mucho más que mentir.
Así pues, tenemos a un individuo cómodo, libre de estrés y de presiones, en un medio aséptico que respeta el anonimato y que le permite desenvolverse en libertad...
¿Es fácil enamorarse en esas condiciones?
La respuesta es un rotundo SÍ. Analicemos el porqué. Lo primero que hay que hacer es pensar un poco en cómo nos enamoramos y desenamoramos en la vida real. Normalmente se conoce a la pareja en los círculos que frecuentamos por razones de ocio o de trabajo. El contacto es superficial en principio para ir haciéndose más profundo, y todo ello se desarrolla en sociedad... quedamos en bares o discotecas, vamos a fiestas... Podríamos decir que el conocimiento de las personas en la vida real sucede de fuera hacia dentro, mientras que por el contrario en IRC la cosa funciona al revés, es decir, de dentro hacia fuera.
En IRC no nos vemos las caras, y la conversación insustancial pronto cae por su propio peso. La gente busca hablar de las cosas que realmente le interesan (oh, sí, hay algún que otro ser aburrido que va de cachondeo y hace el indio, pero esos no son muy abundantes ni habituales, y normalmente son despedidos sin miramientos) y limita la conversación insustancial a lo que exige una mínima educación. Cuando conoces a alguien en IRC, como en la vida real, algo hace que de entrada esa persona te caiga bien o te caiga mal. La intuición también funciona y en muchas ocasiones es la encargada de hacer la primera criba. Profundizar en las relaciones es otra historia.
Recordemos que estamos en un medio limpio de elementos distractores. Un elemento en el que un hombre puede hablar con una mujer sin preguntarse que pensará ella de su coche que lleva un mes sin pasar por el auto-lavado, y en el que una mujer no se preocupará por esa rubia que está en la barra con pinta de querer ligar y que encima usa dos tallas menos que ella. Uno no se tiene que vestir para la ocasión, ni maquillarse, ni disimular esas ojeras, ni sonreír para quedar bien... de hecho ni siquiera tiene que quedar bien si no le apetece.
En estas condiciones lo que uno va conociendo del otro es la mente, y además limpia de todas las cosas cotidianas que hacen que nos comportemos e incluso pensemos de una determinada manera. Nuestra mente también está en esas condiciones, ya que el IRC se sale totalmente del contexto habitual. Las cosas cotidianas pierden la importancia al entrar en ese mundo aparte en el que no existen las cosas que habitualmente nos molestan o nos condicionan. Así es fácil conocer a alguien y decidir que te encanta su manera de ser... En IRC no hay platos que nadie quiere fregar, ni armarios de baño llenos de potingues que sólo las mujeres saben para que se supone que sirven... En IRC los hombres no dejan la tapa del inodoro levantada y las mujeres no tienen jaqueca tan a menudo...
Las mujeres que pasean por IRC se dan cuenta de que los hombres que encuentran allí tienen esa capacidad de verbalizar las cosas que tanto han echado de menos en sus parejas reales, y los hombres se encuentran con mujeres que demuestran estar muy poco preocupadas por esas cosas que normalmente preocupan tanto a las mujeres y que ellos son incapaces de entender. Esas son unas condiciones perfectas para enamorarse... o al menos para convencerse de que esa persona que está al otro lado de la pantalla es la idónea para compartirlo todo...
Otro factor a tener en cuenta es la relatividad del tiempo en IRC. El tiempo que se pasa hablando con otra persona cunde más que en la vida real, ya que no disponemos de nada que no sea la palabra escrita para comunicarnos. No hay miradas, ni lenguaje corporal de ningún tipo, no hay silencios, no existe el estar bien con alguien y por eso limitarse a disfrutarlo y no decir nada. Por otra parte una semana sin hablar con alguien de IRC puede parecer un mes... Es curioso que en un medio totalmente desconectado de la cotidianidad sea tan necesario el contacto cotidiano.
Por último, una de las cosas más fascinantes y más terribles a la hora de establecer lazos profundos por IRC es la vaguedad de los mismos. Ser consciente de que puede pasar cualquier cosa, cualquiera, y se habrán roto todos los lazos. Un accidente, unas semanas sin conectar... y no saber si la otra persona seguirá allí. Con un poco de suerte alguien transmitirá la noticia, o dispondremos de formas alternativas de comunicación, pero a veces eso no sucede.
Así pues, es posible enamorarse en IRC. No voy a hablar ahora de lo que puede pasar cuando las dos personas implicadas en el enamoramiento deciden conocerse en persona... eso será tema para otro día. Lo que sí está claro hoy en día es que nadie puede afirmar que alguien es el amor de su vida hasta no haber compartido el cuarto de baño con esa persona, por profundos y sinceros que sean los pensamientos expresados por ambos.
porque me lo han pedido, que conste
La madre del cordero catalán
Hay un estudio sociológico y, sobre todo, económico por hacer del catalanismo balear que, probablemente, nos iluminaría sobre aspectos insospechados de un movimiento aparentemente cultural y «nacionalista» que, sin embargo, oculta una realidad más pedestre y menos «idealista». ¿Cuánto dinero mueve el cotarro catalanista? ¿Cuántas personas reciben vida y se alimentan, no «dels amors del cel» como el famoso pino costalloberino, sino de los dineros autonómicos vertidos generosamente a obraculturabitas, normalizadores varios, filólogos omnipresentes y omniscientes, talibanes oficiales y profesores unívocos y unidimensionales? Seguramente, quedaríamos impresionados, por el número de paniguados y por las cuantías dinerarias. Al final, el catalanismo reducido a un modus vivendi cómodo y el fervor lingüistico, a una defensa encendida de las sopas. El coste de estos «evaluadores» rebeldes, la feroz negativa a admitir que diez años de catalán no son suficientes para obtener el certificado de nivel C y la oposición numantina al bilingüismo abonan la especie de que, aquí, se produce una lucha menos noble de lo que aparenta. Con lo del catalán hemos creado un cotarro de enormes dimensiones que conviene reducir a sus justos límites. Se matarán dos pájaros de un tiro: reducir un gasto público desaforado y reducir el insoportable pressing de la talibanía catalanista.
COMENTARIO A “LA MADRE DEL CORDERO CATALÁN” APARECIDO EN “EL MUNDO – EL DÍA” EL 3 DE FEBRERO DE 2004.
Dejando aparte el hecho de que mis alumnos de 1º de Bachillerato cuya lengua materna es el castellano me obsequian a menudo con palabras como “hasinque” (así que), “poseso” (pues eso) y “hosea” (o sea), cosa que hace evidente que su nivel de competencia en su propia lengua no sería equivalente al nivel C (los niveles se dividen internacionalmente, para todos los idiomas, en 5, correspondiendo el C al intermedio) y que hace cuestionar de entrada su competencia en cualquier otro idioma de posterior adquisición, me limitaré a analizar y comentar su editorial desde un punto de vista lingüístico (sí, esa palabra lleva una bonita tilde sobre la segunda i, como toda esdrújula que se precie).
Con su texto delante y la vigésima segunda edición del diccionario de la lengua española de la RAE en mano compruebo que las palabras costalloberino, obraculturabita, normalizador, pressing y talibanía no constan en el diccionario. Noto una gran facilidad para inventar palabras y un pobre uso de la lengua, pero a lo mejor es un simple caso de “contra ignorancia, imaginación”.
Analizo luego el significado de adjetivos y sustantivos usados en su editorial. Para empezar califica a los filólogos de omnipresentes (1. adj. Que está presente a la vez en todas partes, atributo solo de Dios. 2. adj. Que procura acudir deprisa a las partes que lo requieren.) y me pregunto por qué tendrán los filólogos tanta prisa... porque, claro, alguien culto y con carrera que domina su lengua, al menos hasta el nivel C, no usaría algo que es atributo sólo de Dios para calificar a una persona... ¿o quizá sí? Luego además resulta que son omniscientes (1. adj. Que tiene omnisciencia. 2. adj. Que tiene sabiduría o conocimiento de muchas cosas.). Oiga, que son filólogos, no concursantes del “Saber y Ganar”. Tienen conocimiento de una cosa: la cultura tal como se manifiesta en la lengua y la literatura. Eso es lo que significa la palabra “filólogo”. Curioso, ¿verdad?
Luego se habla de unos “talibanes oficiales”. Según el diccionario talibán significa: 1. adj. Perteneciente o relativo a cierta milicia integrista musulmana. 2. com. Integrante de esta milicia. Ante esto, no puedo menos que preguntarme desde cuándo tenemos por aquí miembros de milicias integristas musulmanes y, peor aun, desde cuándo resulta que éstos han tomado carácter “oficial”. La verdad es que da miedo pensarlo. Pero da mucho más miedo observar el uso inadecuado de la lengua para causar un efecto sobre los lectores que no tienen la paciencia y el criterio necesarios para analizar lo que realmente se está diciendo: nada. Los talibanes oficiales no existen. Las aguamarinas volátiles, tampoco, pero al menos queda mucho más poético.
Más adelante se refiere a los profesores como “unívocos” (1. adj. Que tiene igual naturaleza o valor que otra cosa. U. t. c. s. 2. adj. Fil. Dicho de un término: Que se predica de varios individuos con la misma significación. U. t. c. s. Animal es término unívoco que conviene a todos los vivientes dotados de sensibilidad.) Deduzco que se refería a la primera acepción, ya que en caso de referirse a la segunda llegaríamos a la conclusión “profesor es el término unívoco que conviene a todos las personas que se dedican a la docencia”, cosa que en modo alguno resulta insultante, y que además es obvia y gratuita. Así que llego a la conclusión de que me corresponde hacer análisis de conciencia, o tener una crisis existencial directamente, y preguntarme: ¿A qué otra cosa tengo igual naturaleza o valor? Por si lo de “unívoco” fuera poco trauma, encima soy “unidimensional” (1. adj. De una sola dimensión.) Ya que al parecer sólo tengo una dimensión, por favor, dígame qué dimensión es esa. Más que nada es por saber si debo deprimirme, flagelarme, o suicidarme sin más preámbulo.
Sigamos. Al parecer los obraculturabitas inexistentes según el diccionario, normalizadores también inexistentes según la misma fuente, los filólogos, los talibanes oficiales (y las aguamarinas volátiles de paso) y los profesores somos “paniguados”. (1. m. Servidor de una casa, que recibe del dueño de ella habitación, alimento y salario. 2. m. Allegado a una persona y favorecido por ella.) Y aquí ya no sé si es que hemos retrocedido en la historia y resulta que tengo un “amo” que me mantiene y me cobija, o si me he convertido en amante de alguien que me favorece, o si es que me están acusando sutilmente y con el término equivocado de chupar del bote por el mero hecho de haber aprobado una oposición en los tiempos en que aun no se habían hecho las transferencias en materia de educación a la comunidad autónoma. Dejo mi perplejidad de lado y sigo con el análisis.
Paso por alto las frases rimbombantes y casi incomprensibles acerca del catalanismo como modus vivendi (1. m. Modo de vivir, base o regla de conducta, arreglo, ajuste o transacción entre dos partes. Se usa especialmente refiriéndose a pactos internacionales, o acuerdos diplomáticos de carácter interino.), lo del fervor lingüistico (sic) y lo de la defensa encendida de las sopas (expresión horrible, por cierto) y llego a esa parte en la que dice el anónimo autor que hemos creado un cotarro (1. m. Ladera de un barranco. 2. m. coloq. Colectividad en estado de inquietud o agitación. 3. m. Recinto en que se daba albergue por la noche a pobres y vagabundos que no tenían posada.) de enormes dimensiones. Deduzco de nuevo. El autor no se refiere a la acepción 1. Pido explicaciones de nuevo. ¿Se refiere a la segunda acepción? En ese caso, ¿quiénes son los integrantes de esa colectividad en estado de inquietud o agitación? ¿quién ha “creado” esa colectividad en estado de inquietud o agitación? ¿Los inquietos y agitados son los paniguados mencionados anteriormente, o son otros? ¿Se refiere a la tercera acepción? Tendría su lógica: Los paniguados son pobres y vagabundos sin posada cobijados en un albergue creado para ellos. Al final va a resultar que en lugar de presentarme a una oposición estaba pidiendo limosna y cobijo. De lo que se llega a enterar uno leyendo el periódico.
Finalmente el autor anónimo nos regala con la expresión “gasto desaforado”. (1. adj. Que obra sin ley ni fuero, atropellando por todo. 2. adj. Que es o se expide contra fuero o privilegio. 3. adj. Grande con exceso, desmedido, fuera de lo común.) Deduzco otra vez que “desaforado” corresponde a la acepción 3, y me pregunto: ¿Tanto cuesta usar la palabra “enorme”, “muy grande”, “excesivo”? Sigo leyendo: pressing. ¿Tanto cuesta usar la palabra “presión”? Hasta el final: talibanía (que no existe según el diccionario) catalanista. Decido que no puede preocuparme algo que no existe. Mejor para mí.
Acabo el texto. Llego a la conclusión de que su contenido es totalmente desaforado (acepción 1). Y también llego a la conclusión de que una persona que ha asistido a clase de catalán durante 3 horas semanales durante 10 años, sea o no su lengua materna, no necesariamente posee el nivel de competencia lingüística requerido en el nivel C, ya que ante mí tengo un ejemplo maravilloso de la incompetencia lingüística de alguien que supuestamente tiene una carrera universitaria.
Y, por cierto, la “madre del cordero” no tiene más remedio que ser una oveja.
Un/a profesor/a de secundaria, ni de catalán ni de castellano, por cierto.
Sugerencia: quizá sería mejor cambiar el título de la sección por “El mundo” opina. Sin las comillas da la impresión de que todo el mundo opina eso... y sería lastimoso y patético que así fuera.
dissabte, de juliol 01, 2006
cosas que se echan de menos
Cosas que se consiguen más o menos en cualquier lado, pero difíciles de conseguir en Portugal:
- Cava (brut o brut nature, catalán)- Lentejas (pardinas, puestos a pedir)- Pipas de girasol, de las de comer viendo la
tele (de las grandes, con sal)- Yogures griegos (naturales, sin azucarar)- Leche Flora (semi)- Leche de soja (de la que no tiene nada más que soja y agua,
Gerblé o Santiveri)- Viña Sol- Tomate triturado Tomator- Tomate frito Solís- Aceite de oliva arbequina- Pan de nueces (Mercadona)
Cosas que se consiguen en Mallorca o en Asturias:
- Chorizo de cocinar- Chorizo de León- Cecina- Fabas de la granja- Lacón- Morcilla- Queso La Peral- Queso Gamonedo- Queso Cabrales- Queso Coinga (curado)- Galletas de Inca (integrales)- Gin Xoriguer- Ron Amazona- Hierbas mallorquinas (mezcladas, Túnel)- Palo- Paté de Ca'n Blanco, Felanitx- Vino Muscat blanco, bodegas Oliver- Vino Cabernet-Sauvignon tinto, bodegas J. Mesquida- Pan moreno mallorquín
Verdura fresca difícil de conseguir por aquí, que siempre es bien recibida:
- Endibias francesas- Cogollos- Corazones de hinojo- Espárragos- Cebolla tierna (grells o calçots)- Alcachofas- Tomàtigues de ramellet- Gírgoles (setas de cardo)- Níscalos (esclata-sangs o rovellons)
Seguro que se me irán ocurriendo más cosas, así que ya iré modificando esta entrada las veces que haga falta... :)
etiquetas para libros
dilluns, de juny 12, 2006
tacos de berenjena
1 cebolla mediana
1 berenjena
1 taza de soja texturizada pequeña
Pulpa de tomate.
Un poco de vino tinto
Aceite de oliva
Cilantro molido
Comino molido
Pimienta de cayena (en la versión que uno prefiera)
Sal
Ajo
Queso rallado
Tomate
Aguacate
Limón
Tortitas para taco
Primero se pone en remojo la soja texturizada en un poco de vino y agua hirviendo. Luego cortamos la berenjena en trocitos (unos 6-8 por rodaja) y la ponemos a reposar en un recipiente con sal. Cortamos la cebolla en trozos no muy pequeños.
Calentamos el aceite en una cazuela de barro. Echamos dos dientes de ajo picados y la cebolla y dejamos que se haga un poco. Entonces lavamos la berenjena con agua, la escurrimos y la echamos también a la cazuela. Dejamos que se haga un poco. Después colamos la soja texturizada y la echamos también a la cazuela. Se puede añadir un poco de aceite si hace falta, pero no mucho, porque la berenjena tiende a absorber todo el aceite que echemos. Se añade un poco de pulpa de tomate y la especias y dejamos que se vaya haciendo removiendo de vez en cuando.
Hacemos una salsa con tomate, aguacate, aceite, zumo de limón y sal. También podemos echar un poco de pimiento verde y cebolla, por ejemplo. Podemos poner picante si queremos (todo dependerá del picante que hayamos echado en el guiso).Finalmente calentamos las tortitas en el horno. Luego las rellenamos con el guiso y echamos queso rallado por encima. Servimos acompañado de la salsa de aguacate.
diumenge, de maig 14, 2006
dissabte, d’abril 29, 2006
paseando por la red
Ah... y que sepáis todos y todas que hace unos días inauguré una web de Feng Shui:
y un blog asociado: http://atelierdefengshui.blogspot.com. Espero vuestras visitas y vuestros comentarios.
diumenge, d’abril 16, 2006
dilluns, de març 13, 2006
estudiante a los 40
En los tiempos que corren ya nos hemos acostumbrado a batallar con textos de todo tipo. Yo, personalmente, suelo ser bastante selectiva. Si un texto está plagado de faltas de ortografía y no estoy obligada a leerlo, suelo dejarlo. Hago lo mismo cuando la prosa es farragosa y el nivel de legibilidad del texto es bajo. Pero, ¿qué pasa cuando resulta que estoy obligada a leer ese tipo de texto? ¿Y si encima resulta que, además de leerlo, se supone que tengo que trabajar sobre él para más tarde producir un trabajo digno? Muy sencillo: pasa que me cabreo como una mona. Y que acabo aquí, vomitando mi frustración en este blog.
Ayer tuve que entregar el ejercicio del módulo 3 de un postgrado en el cual estoy matriculada. Tenía que “trabajar” sobre 4 artículos. Uno de ellos estaba bien escrito. Uno. No voy a molestarme en felicitar a su autor. Considero que eso es lo mínimo que se puede exigir a alguien que pone el nombre de una universidad debajo del suyo al firmar un artículo. En cuanto a los otros tres, uno de ellos estaba rozando el límite de la legibilidad. Igual es porque lo escribieron entre unos cuantos y el hecho de que todos tuvieran que enterarse de lo que estaba escrito limitó la tendencia a la prosa inescrutable que parecen padecer muchos autores de artículos académicos.
El otro, firmado por una tal Almudena Orejas (Universidad Alfonso X el Sabio) nos regala perlas de este estilo:
“Resulta interesante comprobar que los documentos generados recientemente en este línea tienen una inspiración fenomenológica: el paisaje es entendido como algo esencial en la creación de identidades individuales y colectivas y en el que la percepción, la memoria, los usos, los ritos, las creencias tienen un destacado papel; estos textos acusan las mismas deficiencias y titubeos propios de nuestra investigación: un vocabulario difuso y ambiguo, la tentación de hacer de lo monumental el eje, la escasa imaginación que hace que frecuentemente la única vía de intervención propuesta sea la conservación fosilizadora y la ausencia de medios legales y financieros efectivos de intervención."
Si alguien se anima a hacer un análisis sintáctico de la frasecita en cuestión (102 palabras, por si alguien tiene curiosidad) por favor que me lo envíe, que me muero de ganas de verlo. Por cierto, lo de “este línea” es literal, no es que yo me haya equivocado al copiarlo. Todo el artículo estaba lleno de frases larguísimas, con subordinadas de las subordinadas de las subordinadas de las yuxtapuestas. Había párrafos que empezaban con conjunciones adversativas, o con una subordinada del párrafo anterior. Vamos, que lo difícil era encontrar una frase de menos de 50 palabras con estructura simple de sujeto + verbo + complementos. Igual es que lo de escribir claro y para que se entienda no es compatible con el artículo académico y yo todavía no me he enterado.
En cuanto al último artículo (firmado por un tal F. Xavier Hernàndez, Universitat de Barcelona) hay que reconocer que empezaba muy mal. Era un artículo en catalán y en la primera línea aparecía un verbo “es”, sin tilde. A lo largo de todo el artículo dicho verbo iba tomando y dejando la tilde arbitrariamente, de la misma forma que los verbos reflexivos iban tomando y dejando los guiones, y que algunas palabras aparecían con dos tildes (epistemológica, concretamente, en la primera columna del artículo) y otras aparecían escritas de forma diferente. También aparecían los adverbios de modo puestos al modo español, es decir, con el “ment” en el segundo en lugar de en el primero, que es la forma correcta de ponerlos en catalán. El clímax llegó con un “donarlis” que me llenó el cuerpo de... de mal rollo, de cabreo, de ganas de dejar el papelito ya o de darle un uso práctico y sensato al usarlo para encender el fuego de la chimenea. Y también de ganas de reclamar, a quien fuera, de la misma manera que quiero reclamar, porque considero que me han vendido un producto defectuoso, cada vez que me encuentro una falta de ortografía en un subtítulo de un DVD.
No creo que esperar que el material de estudio de un curso sea legible y no tenga faltas de ortografía sea pedir mucho. Tampoco creo que esperar que los artículos que salen de las universidades, o que son producidos por los miembros de las mismas, cumplan con unos mínimos. De hecho hace muchos años que estoy totalmente convencida de que un profesor universitario no puede permitirse entregar nada, NADA en absoluto, con una sola falta de ortografía. Me pregunto si soy la única que se siente así al respecto.
Yo sé que jamás me atrevería a publicar un artículo como los de la señora Oreja y el señor Hernández. No dudo en absoluto de su sabiduría en relación con su campo específico, pero sí tengo muy claro que, por muy preparada que me sintiera en relación a una materia determinada, jamás publicaría algo si no estuviera totalmente convencida de que no hay errores garrafales de ningún tipo, y de que el texto es correcto a todos los niveles. También tengo muy claro que no obligaría jamás a ningún alumno mío a trabajar con un texto así, ni aunque fuera lo único que se ha publicado acerca de un tema concreto a lo largo de la historia. Quizá si todos los docentes fueran como yo, algunos “autores” se verían obligados a contar con la ayuda de alguien que revisara sus textos antes de ser publicados.
dijous, de març 02, 2006
recibos verdes
La idea del recibo verde no sería mala del todo si se usara adecuadamente y sólo se entregara en el caso de haber recibido el dinero. El problema es que no se hace así. Es decir... el autónomo pasa a su cliente el recibo verde (especialmente si el cliente es una empresa grande) y la empresa le paga cuando le parece bien. Y mientras tanto el autónomo tiene que pagar los impuestos que según el recibo verde ha recaudado para el estado. Aunque no haya visto un euro.
Caso práctico: el 19 de diciembre de 2005 envié un aviso de pago pendiente a cierta empresa importante para la cual había hecho unas traducciones. Dicho aviso de pago (por valor de 600€) incluía todos mis datos bancarios y la imagen digitalizada del recibo verde correspondiente. A finales de enero llamaron para decir que si les llevábamos el original antes de día 10 de febrero pagarían enseguida. Y no han pagado.
El problema es que si yo no estuviera exenta de recaudar el IVA ya tendría que haber pagado unos 120€ al ministerio de finanzas. Y que una sigue comiendo y pagando sus facturas. Y que...
Y que yo no conozco a esa gente de nada.
Ahora mismo esa gente podría decidir no pagar y yo no tendría ningún justificante de su deuda. Ellos tienen un papel donde pone que yo recibí una cierta cantidad de dinero. Yo no quería dárselo, evidentemente, pero ellos no iban a pagar si yo no se lo daba, así que al final no me quedó más remedio que pasar por el aro y dárselo. Al parecer es procedimiento habitual en Portugal tratar los recibos como si fueran facturas, y las facturas como si fueran avisos de pago.
Imagino que así el estado se asegura sus ingresos aunque no se haya producido el pago. Igual será cosa de replantear el sistema de pagos. Igual a partir de ahora convendrá no trabajar si no hay un depósito de por medio (al menos igual al impuesto que tendré que pagar en cualquier caso). Y a lo mejor conviene no entregar el trabajo si no se ha pagado. Y evidentemente, conviene no entregar el famoso recibo verde si no se ha hecho efectivo el pago. Y no aceptar un trabajo si no se han pagado los trabajos anteriores. Al fin y al cabo, nadie que me encargue un trabajo merece que yo le preste dinero sin conocerle de nada, eso está claro. Desde el momento en que yo empiezo a trabajar en un encargo, le estoy empezando a prestar dinero a quien me ha hecho ese encargo. Y nadie que no conozca merece crédito simplemente por ser quien es y por encargarme un trabajo.
Está claro que yo no lo merezco para el banco o cuando voy al súper. Sería bonito llenar el carrito y al llegar a la caja decir: “Envíeme el recibo a casa, y si llega antes de día 10, pasará por el departamento de contabilidad y le haremos efectivo el pago antes de final de mes”. Y luego pagar. O no. Y que el supermercado pagara el IVA que supuestamente me ha cobrado.Menos mal que es mi primer año como trabajadora independiente y de momento trabajo gratis. Quiero decir que no tengo que pagar seguridad social, ni IVA, y que mis clientes no tienen que hacerme retención. Todo un detalle eso de no tener que pagar por intentar trabajar durante el primer año.
dijous, de febrer 23, 2006
driving in portugal (II)
Noticia aparecida el ayer en portada en el "Jornal de Notícias". Huelgan los comentarios. Es alucinante.
Um deputado do PSD foi interceptado na auto-estrada a circular a mais de 200 quilómetros por hora. O auto está no Governo Civil de Coimbra, ao qual Ricardo Almeida, de 31 anos, fez um pedido especial no sentido de lhe ser perdoada a apreensão da carta de condução. O problema é o historial de infracções graves e muito graves do político, que já foi autuado quase duas dezenas de vezes. Em quase todas teve a "sorte" de ver os processos arquivados.
O "deputado voador", como é conhecido nos meandros policiais, já foi autuado pela Brigada de Trânsito de Aveiro, Guarda, Leiria e Lisboa, pela PSP e pela GNR. Do seu "currículo" constam transgressões cometidas ao volante de pelo menos quatro carros distintos. Mas nenhum deles registado em nome de Ricardo Almeida.
Apesar do "azar" de ter sido surpreendido pelas autoridades a infringir o Código da Estrada, o deputado acabou sempre por ter "sorte", uma vez que os autos ou foram arquivados ou estão em vias disso.
Há pelo menos quatro multas que foram arquivadas por prescrição na entidade autuante. Isto significa que quem levantou o auto reteve-o durante pelo menos um ano em seu poder, sem o enviar à Direcção-Geral de Viação (DGV).
Só por excesso de velocidade, o deputado tem pelo menos seis multas no "currículo" (quase todas "graves" ou "muito graves"), sem contar com a "muito grave" que aguarda despacho de decisão no Governo Civil de Coimbra. A mais grave de todas foi "arquivada por decisão de prescrição". Trata-se de uma multa levantada pela BT de Aveiro, em Junho de 2004, que o Governo Civil daquele distrito decidiu arquivar.
Mas também há arquivamentos de multas de Ricardo Almeida por decisão do tribunal e outras por decisão de delegados regionais da DGV.
Há uma "infracção grave", por excesso de velocidade, que foi "arquivada por prescrição enviada ao infractor". Quer isto significar que durante o processo de instrução, na DGV, foram ultrapassados os 18 meses que a Lei então em vigor determinava como prazo limite para a prescrição (com a nova Lei, o prazo aumentou para 30 meses).
Ao JN, Ricardo Almeida afirmou-se surpreendido com o "histórico" de infracções e disse não se lembrar de ter sido tantas vezes autuado. "Reconheço que, às vezes, ultrapasso os limites de velocidade, mas isso é porque sou um deputado que cumpre horários. Não sou como outros que não chegam a horas às reuniões", justificou o deputado, ex-dirigente da Federação Académica do Porto .
O governador civil de Coimbra, Henrique Fernandes, garantiu que não perdoará multas a ninguém, "independentemente do seu estatuto". "Se é deputado, é mais uma razão para dar o exemplo e cumprir as leis", frisou o governador civil.
14 arquivados. É pelo menos este o número de autos por infracções ao Código da Estrada que foram levantados ao deputado do PSD e, entretanto, arquivados.
4 prescrições. No "currículo" de Ricardo Almeida constam pelo menos quatro autos que foram arquivados por prescrição na entidade autuante, que não enviou os processos em tempo útil para a DGV.